Según una antigua tradición, hubo dos diferentes Jesucristos, los cuales eran gemelos. Gemelos de algún modo, pero no de sangre. Uno de ellos es el Jesús que todos conocemos , descendiente de Salomón, hijo de María y José, quien fue crucificado y subió al cielo. Otro es el gemelo, que descendía del profeta Natán y cuyos padres, curiosamente, también se llamaban María y José. Éste era una criatura hecha de luz, poseedora de verdades situadas por encima del mundo y las realidades terrenales . De acuerdo con esta tradición apócrifa, el nacimiento de ambos coincidió y también el momento en que sus respectivas familias los llevaron a presentar al templo. En ese instante se fundieron en uno solo, un ser trascendente dotado de poderes sobrenaturales . En la base de esta idea se hallan las dos diferentes genealogías de Cristo que se aceptan en el Nuevo Testamento. El Evangelio según san Mateo indica que provenía de la casa de David , a través del rey Salomón. Pero el Evangelio según